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¿La tierra de los torpederos? I

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¿La tierra de los torpederos? I

¿La tierra de los torpederos? en aquella época no. I parte

Por: Andrés Pascual

Allá por 1965 y un par de años antes, era común escuchar referirse a cualquier cubano que hablara de pelota con respecto a Venezuela como “la tierra de los short stops”, ¿Por que? Hasta entrados los 70’s, la tierra de los short stops, de los pitchers, de lo catchers, de los outfielders…era Cuba y la de los coachs y managers también y, en 1975, cuando el villareño Armandito Rodríguez se convirtió en el primer hispano en actuar como arbitro en el Big Show, también fue la tierra del (no de los) umpire; cuando a Pedro Galiana durante los 50’s, por gestiones de Dan Daniel, el The New York Daily Telegraph le contrató como cronista de staff y, por gestiones del propio Daniel, que era editor de ambas publicaciones, lo hizo The Sporting News, entonces Cuba se convertía también en la tierra del (no de los) cronista.

Lejos estaban estos de hoy de los ESPN en español y varias publicaciones de importancia en Estados Unidos de poder acceder a la gran prensa en este país dirigida al creciente público hispano. Pero René Cañizares y Felo Ramírez entraron a los hogares hispanos a través de la Cabalgata Deportiva Gillette al lado del maestro Buck Canel mucho antes que se pudiera pensar en Fox en español; o en la propia ESPN para hispanos.

En 1946, Merito Acosta formó parte del consorcio que poseyó a los Havana Cubans de la Liga de la Florida; pero, en 1954, salían al terreno de juego del Grand Stadium de La Habana los Cubans Sugar Kings, propiedad de Bobby Maduro, con lo que Cuba se convertía, para Latinoamérica, en la tierra de los dueños en el Béisbol Organizado.

Pero también fue la tierra de “las Ligas Negras” para Latinoamérica por la cantidad de jugadores cubanos (mas de 100) que jugaron en ese béisbol que incluyó clubes fundados por cubano americanos como Alex Pompez, miembro de Cooperstown; también fue el primer país y el único que sostuvo series contra All Star de negros o de Big Leaguers anualmente y desde principios del siglo pasado con clubes de Tinti Molina o José María García.

A pesar de que el extraordinario jugador boricua Francisco “Pancho” Coimbra actuó en el circuito sepia con los New York Cubans durante cuatro años, en el Salón de la Fama solo están, procedentes de Ligas Negras, los cubanos Martín Dihigo, José de la Caridad Méndez y Cristóbal Torriente como jugadores y Alex Pompez como dueño y ejecutivo.

En 1911 el doctor José Enríquez hizo realidad su sueño de insertar un club “solo de cubanos” en la Liga New York-New Jersey, el Long Branch, que ganaron el campeonato ese año con 18 ½ juegos de diferencia del segundo lugar. En el Long Branch actuaron casi todos los cubanos que jugaron en Grandes Ligas durante esa década y la siguiente como Mike González y Adolfo Luque. Entonces Cuba se convirtió, para Latinoamérica, en la tierra de los clubes de pelota del Béisbol Organizado con sede en una ciudad americana.

Regresando al principio, nadie sabe la razón por la que, desde finales de los 50’s, el cubano le colgaba a Venezuela lo de “la tierra de los short stops”, cuando hasta los 70’ Cuba superaba en torpederos en las Mayores a todos los países juntos de Latinoamérica con un buen porcentaje…

Por ejemplo, cuando Alfonso Carrasquel y Luis Aparicio eran los únicos torpederos venezolanos en las Mayores, durante los cincuentas, en esa propia década actuaron, con mayor o menor importancia, con mas o menos juegos jugados, Juan Delis, José Valdivieso, Willy Miranda, Ossie Alvarez o Humberto Fernández; durante los 40’s, “El Americano” Angel Fleitas, Gilberto Torres y Mosquito Ordeñana estuvieron con el Washington y durante los 20’s Ricardo, padre de Gilberto, que funcionó como catcher e infielder.

Con el retiro de Carrasquel solo quedó Aparicio en Grandes Ligas por Venezuela, sin embargo, una marea cubana de importancia, acorde al área, invadió las Mayores.

La década de los sesentas fue prodiga en jugadores cubanos en Grandes Ligas y, si no barrió hasta hoy con la mayoría de posibilidades de juego en ambos circuitos, que hubiera podido acrecentarse por el asentamiento de un club en La Habana, fue por la aparición de una barrera contra el pelotero nacional con matices políticos para impedirle jugar aquí.

En los sesentas, Leonardo Cárdenas, Zoilo Versalles, José Arcia, Lorencito Fernández, Bert Campaneris, Jackie Hernández o Marty Martínez jugaron el campo corto de diferentes clubes, logrando connotación Cárdenas, Versalles y Campaneris, considerados entre los mejores de la posición durante la época defensivamente; pero sin dudas que entre lo mejor como bateadores que jugaban la posición incluyendo americanos.

El primer jugador cubano con una cifra notable de jonrones después de los 24 de Miñoso fue el torpedero Humberto Fernández, que bateó 20 en 1962 jugando para Detroit. Humberto fue, durante los cincuentas, el pelotero de mas promesa de la Organización de los Dodgers de Brooklyn y, cuando le canjearon a los Filis de Filadelfia, se convirtió en el eje del cambio mas caro de la historia hasta ese momento, porque los Filis cedieron cuatro jugadores por el cubano. Por las razones que fueran, Humberto no descolló en Liga Grande como se esperaba.

Mañana publicaremos la segunda parte de este artículo del periodista Andrés Pascual



¿La tierra de los torpederos? II

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¿La tierra de los torpederos? en aquella época no. II

Por Andrés Pascual

El matancero Jackie Hernández fue un tremendo torpedero defensivo, de hecho, héroe de Serie Mundial con una jugada electrizante en el séptimo juego de 1971 que selló la victoria Bucanera contra Baltimore; pero no fue un buen bateador y eso le limitó a poca participación. Claro, era los años de 10 equipos…

Los sesentas fueron el esplendor de Versalles y Cárdenas y el inicio del de Campi.

Versalles fue el primer MVP hispano por ambas ligas cuando se le concedió el premio por su tremenda actuación en 1965. Es miembro del Salón de la Fama de los Mellizos de Minnesota junto a Camilo Pascual y Tony Oliva y lideró la Liga Americana en triples en 1963, 64 y 65 con 13, 10 y 12; también encabezo el circuito en dobles con 45 y en anotadas con 122 en 1965.

El marianense produjo 17 jonrones con 67 impulsadas en 1962; 10 jonrones con 54 producidas en el 63; 20 cuadrangulares con 64 remolcadas en el 64 y 19 palos de vuelta completa con 77 traídos al plato en 1965.

El matancero Leonardo Cárdenas pertenece al Salón de la Fama de los Rojos de Cincinnati; seleccionado para cinco Juegos de Estrellas, bateó 20 jonrones con 81 impulsadas para el Cinci en 1966 y 18 con 75 para el Minnesota en 1971. Conectó tres jonrones en un juego el 28 de diciembre de 1958 en la Liga Cubana jugando para el Cienfuegos pocos días después de haberlo hecho su compañero de club Borrego Alvarez. Cárdenas, junto a Versalles que jugaba para el Marianao, produjo mas de 10 jonrones en una campaña de la Liga Invernal, algo que artilleros reconocidos por su poder nunca pudieron hacer en Cuba.

Leonardo Cárdenas y Zoilo Versalles nunca defraudaron por lo que prometían y la forma como desarrollaron; sin embargo, a Versalles le mermó el rendimiento y el tiempo de actuación a solo 12 temporadas la lesión corporal. Cárdenas actuó 16 campañas en Grandes Ligas.

Bert Campaneris no clasifica entre los grandes torpederos defensivos cubanos que han pasado por Grandes Ligas; es decir, no es una maravilla del guante como Willy; o un gran torpedero defensivo como Cárdenas y Jackie; pero fue la gran inspiración de los temibles Atléticos de Oakland que ganaron tres Series Mundiales consecutivas en 1972, 73 y 74. Fue un verdadero terror para el pitcheo contrario en home y en bases. Sin discusión, el mejor primer bate hispano en todos los tiempos.

Si Concepción ha sido objeto de una queja porque no le incluyen en Cooperstown, lo de Campaneris es un abuso, porque el venezolano no tuvo la capacidad de liderazgo del matancero…y, según la Asociación de Cronistas, que vota como les da la gana y luego hablan cosas contradictorias al efecto, es el liderazgo una faceta primordial a la hora de revisar números y actuaciones. Campy es un pelotero que ni entre los cubanos tiene defensores más allá de sus compañeros de juego: ningún cronista ni público levanta la voz como debería para quejarse, aunque sea al aire, por esa barbaridad. Sencillamente, mejor que Concepción; sencillamente, entre los cinco mejores peloteros cubanos de la historia.

Campy lideró la Americana seis veces en robadas; pero en 1966 conectó 22 jonrones con 64 carreras impulsadas para Oakland, con quienes jugó la mayoría de sus 19 temporadas en Grandes Ligas. Es miembro del Salón de la Fama de los Atléticos y no jugó profesionalmente en Cuba.

He utilizado lo de los jonrones de estos torpederos cubanos, porque tomé una guía y revise a ver cuando conectó 18 o más el primer torpedero hispano no cubano y porque las cifras de estos no las lograron la mayoría de supuestos artilleros de poder de la época, de, Cuba o de cualquier lugar de América Latina en las Mayores.

No, Venezuela no era la tierra de los short stops y con esto no quiero quitarle brillo a quien muchos consideran el mejor torpedero de todos los tiempos, Luis Aparicio; pero hay que recordar lo nuestro, la realidad nuestra, la verdad nuestra y la grandeza nuestra; porque, de tanto que se nos ha robado, en poco tiempo, si sigue así, pasaremos de ser los pioneros en todo lo referente al juego, a un país al que todavía el béisbol no ha llegado.



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Béisbol cubano, cubanos en las Grandes Ligas y ligas profesionales.

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Autor: Fernando Vilá

Fernando Vilá Chao

Escritor, Director Ejecutivo de Pasión Magazine. Escribe desde Miami,FL
palmardejunco@gmail.com

 

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